Un pantalón pitillo rojo intenso tres tallas mayor que la suya, zapatillas con estampado de leopardo, collares y pulseras de oro amarillo tamaño XXL, típicas de un rapero del Bronx, americana negra con logo gigante de Yves Saint Laurent y, como colofón al look, unas gafas de pasta retro enormes (no se sabe si con graduación o no). Una mezcla hortera, absurda y con poco estilo que provocó unas opiniones en contra muy radicales que coincidían en lo mismo: mezlcar estilos está bien cuando uno sabe lo que hace.
Las críticas a Justin Bieber le están lloviendo por todas partes. Vía Twitter, varios bloggeros de moda se han ofrecido para asesorarle en materia de ropa y complementos, y algunos de sus detractores le han aconsejado contratar a un estilista personal. Aunque Justin Bieber siempre suele acertar, esta vez debería haber dejado las combinaciones atrevidas e imposibles y haberse mantenido fiel a su estilo desenfadado habitual.
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