miércoles, 27 de abril de 2011

Justin Bieber: Ídolo de los adolescentes

El jovencísimo cantante se presentó ante los medios de comunicación españoles, en Madrid, horas antes de su esperado concierto. En el acto, Bieber mostró su lado menos amable con los reporteros gráficos, frente a los que pasó de largo y tapando con una capucha su célebre e imitadísimo flequillo.
El pequeño canadiense, que a los 14 años se convirtió en un fenómeno on line gracias a YouTube, ahora, con 17, viaja de gira mundial, acompañado de su madre y su manager, Scooter Braun, pero aún así reconoce que la fama tiene sus inconvenientes.
"Me gusta mucho lo que hago y viajar a sitios muy interesantes, pero a veces echo de menos quedar con mis amigos o estar en casa tranquilo", ha asegurado quien presume de ser "un chico corriente que hace cosas corrientes".
LEGIONES DE “BELIEBERS”
Justin Bieber, con dos discos en el mercado ("My World" y "My World 2.0), una biografía publicada y una legión de fans que se han autodenominado "beliebers" ("creyentes" en inglés, pero cambiando la "v" de believers por la "b" de Bieber) ha decidido retratar su peculiar fenómeno en un documental que ha amasado 86 millones de dólares (60,4 millones de euros) en todo el mundo.
Con el éxito cosechado antes de la mayoría de edad y el cambio de niño a hombre todavía por llegar, se cierne un gran interrogante sobre su futuro. "Cometeré errores porque todo el mundo los comete, pero estoy rodeado de gente muy valiosa e intento acostarme cada noche sabiendo que he sido buena persona", ha explicado.
De momento, además de su agente, tótems de la industria musical estadounidense como Usher o Ludacris han trabajado con él y para su tercer trabajo, que promete será "diferente", también asegura que ampliará su nómina de colaboradores.
Pero Justin Bieber ha lanzado dos agradecimientos tan opuestos como descriptivos de una estrella de nuevo cuño como él: a Dios y a internet. "No diría que soy religioso, pero soy espiritual. Dios es muy importante para mí porque me ha dado esta oportunidad y le doy gracias por ello. Siempre que puedo le rezo", ha confesado.
Y respecto a la red, ha dicho: "Ha jugado un papel fundamental en mi carrera. Yo no mandaba maquetas a las discográficas, pero sí hacía vídeos que colgaba en YouTube. Agradezco a las redes sociales su ayuda", ha subrayado.
Estados Unidos ha sido el país donde su fenómeno ha sido más llamativo, pero no han faltado en Madrid "beliebers" acampadas desde hace días a las puertas del Palacio de los Deportes para poder estar más cerca del cantante durante el concierto.
"Me encanta tener el apoyo de las fans, aunque a veces me preocupa que pasen tanto tiempo esperando. Pero bueno, supongo que lo hacen porque quieren", ha observado.
Y, finalmente, aunque "Never Say Never" sea un documental que muestra a Bieber tal y como es, el cine debe prepararse para el desembarco de la pequeña estrella en Hollywood: "Me gustaría explorar mi carrera cinematográfica", ha concluido.
UNA CORTA BIOGRAFÍA
Never say never" es un filme biográfico que narra su carrera como cantante desde que empezó a tocar la batería con apenas cinco años hasta el multitudinario concierto que ofreció hace pocos meses en Nueva York.
La cinta alterna vídeos familiares de la infancia del canadiense, entrevistas con sus profesores de primaria y entrenadores deportivos e imágenes en tres dimensiones de algunos conciertos de la gira que ofreció el año pasado en Estados Unidos y Canadá.
La mayor parte del metraje de la cinta que en el primer fin de semana en Estados Unidos recaudó más de 30 millones de dólares, corresponde a imágenes grabadas con una sencilla videocámara.
"Never say never" mantiene la estética algo rudimentaria de los materiales más conocidos de Bieber, que comenzaron a distribuirse a través de internet y las redes sociales y constituyeron la mejor promoción para el joven artista.
La etapa de Justin como profesional comenzó cuando su discográfica descubrió unos vídeos caseros subidos a la red en los que se veía al niño, con apenas doce años, cantando en su habitación y en un concurso de música local.
Internet ha continuado siendo el medio en el que mejor se mueve Justin: su perfil de Twitter cuenta con más de siete millones de seguidores, sólo superado por la cantante estadounidense Lady Gaga, y por delante de su compatriota Britney Spears y el presidente de EEUU, Barack Obama.
La película muestra gran cantidad de escenas rodadas antes de los conciertos en el camerino de Bieber, donde el espectador asiste a la plegaria colectiva previa a las actuaciones que celebran los miembros de su equipo, muchos de ellos vestidos con alguna prenda del color favorito del cantante, el lila.

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